Menos es más: por qué diseñar de forma minimalista
El diseño minimalista es una de las tendencias favoritas de los últimos tiempos, y una muy efectiva si se aplica de la forma correcta. Ofrece un gran atractivo visual y ayuda a que los usuarios se centren en lo que es importante, sin florituras. Tanto para un proyecto nuevo como para uno existente, optar por el minimalismo significa recortar al máximo, no sólo la cantidad de imágenes sino también de menús y textos, por lo tanto, de información. Es una gran forma de obligarnos a decidir qué es importante y qué no lo es tanto.
Beneficios del diseño minimalista
El principal punto a favor del minimalismo es que los visitantes se encontrarán con un contenido más fácil de leer y con una navegación menos complicada y más atractiva. No se puede negar que a la mayoría de las personas, cuando se les presenta un sitio web minimalista, les parece que se encuentran frente a un diseño más profesional. Esto no quiere decir que el minimalismo sea una apuesta asegurada o que sólo este tipo de diseño sea profesional, sino que se trata de una percepción muy común entre los usuarios de internet.
En una era en la que las personas quieren todo ya, y entregado de la forma más sencilla y clara posible, el minimalismo triunfa porque sigue la premisa del “menos es más”, siendo conciso y yendo al grano. Ofrece, además, un aspecto limpio donde generalmente predomina el blanco (muy relacionado con los sitios web de empresas como Apple o Google), dando una imagen refinada. La correcta elección de las fuentes y de algunos colores básicos, ayudarán a que el usuario identifique inmediatamente su sitio, relacionando éstos con su imagen online, además de dar coherencia en general al diseño.
La transición a la versión móvil
Un sitio web minimalista con una estructura fuerte y simple tendrá una gran facilidad en su paso a los dispositivos móviles. Gracias a la menor cantidad de contenido y menús y a mayores espacios, su adaptación a smartphones y tablets dará menos dolores de cabeza a diseñadores y clientes. Y también a los usuarios, ya que cuanto menos haya que cargar, más fluida será la experiencia. El sitio web será más ligero y ofrecerá, no sólo una navegación más rápida, sino que también facilitará las tareas de mantenimiento y actualización del sitio.
Fuente: Banzee.net